La actividad aeróbica se
constituyó prácticamente en el paradigma del ejercicio físico para la mayoría
de la gente, que iniciaba un programa de acondicionamiento físico. La fama la
tiene bien ganada por los comprobados beneficios que otorga su práctica en la
promoción de la salud, el bienestar y la estética.
Aeróbico es todo ejercicio
que se realice con un gesto repetitivo, en forma prolongada y sin interrupción
alguna. Ejemplos de actividades aeróbicas son: caminar, correr, marchar, remar,
nadar, pedalear, esquiar, saltar a la comba, subir escaleras, etc.
La tercera edad debe
realizar los ejercicios con una baja intensidad y en lo posible con el mínimo
impacto sobre las articulaciones. Esto sólo lo puede asegurar una actividad
aeróbica como caminar, pedalear, nadar o remar.
El ejercicio más básico es
caminar, ya que es una habilidad motora que no necesita de un aprendizaje
específico, todo el mundo sabe caminar si se encuentra en condiciones normales.
Pero vamos a cambiar el concepto por el de marchar, en vez de caminar como si estuvieras
paseando, vas a marchar.
Y esto implica una marcha a
un ritmo más intenso, acompañada con un balanceo enérgico de brazos que se
llevan en semiflexión, y una amplitud de movimientos mayor al de la caminata
normal.
La duración mínima debe ser
de 20 minutos para asegurar el pleno funcionamiento del sistema aeróbico.
Puedes ir agregando entre
uno y tres minutos por semana a tu programa. La frecuencia mínima es de dos
veces por semana, siendo recomendable hasta cuatro como máximo siempre en días
alternos.
Al finalizar siempre realiza
unos estiramientos suaves para poder recuperarte mejor.
Los estudiantes de sexto
semestre de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil,
realizaron en la mañana del 14 de Junio
ejercicios de Aeróbicos, ayudando así a poder animar a los adultos mayores con
las actividades que se realizan en la semana. Los adultos mayores pueden
obtener muchos beneficios si realizan ejercicio regularmente, y no solo a nivel
físico, sino también emocional, porque les ayudará a afrontar la vida con más
optimismo y a relacionarse con los demás, evitando de esta forma la soledad, un
factor de riesgo para la salud física y mental de las personas mayores que es
posible prevenir con actividades que faciliten la socialización.
Los principales beneficios que proporciona la
práctica de ejercicio físico en la tercera edad destacan:
- Aumenta la sensación de bienestar general.
- Ayuda a mantener un peso corporal adecuado.
- Rebaja la proporción de grasa corporal.
- Reduce el riesgo de desarrollar diversas patologías
como: alteraciones cardíacas, diabetes, o hipertensión.
- Disminuye el estrés y el insomnio.
- Mejora la salud física y psicológica de forma
general.
- Fortalece el concepto de autoestima, y de la
imagen corporal.
- Ayudar a controlar el nivel de lípidos,
azúcar en sangre, etcétera.
- Reduce y retrasa el deterioro cognitivo
porque estimula la neuroregeneración.
- Favorece la liberación de endorfinas,
sustancias involucradas en el bienestar emocional y la felicidad.
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