Un día del padre diferente
Eran las 13:45 del viernes antes del
festejo oficial, cuando los adultos mayores comenzaban a bajar de sus cuartos
al patio. ¿El motivo? Una fiesta organizada por los alumnos de sexto semestre
de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil.
En el lugar de reunión todo se iba
preparando. A las 13:55 el sonido falla y dos de los sonidistas se ocuparon de
arreglar la situación, mientras la cantante copiaba su música en la
computadora. Los estudiantes trabajaron con la presión, típica de las grandes
presentaciones.
La coordinadora, Juana Navarro, presentó
el discurso oficial y dio ciertas indicaciones a los adultos mayores, mientras
ellos se acomodaban. La música empezó a sonar y los presentadores salieron a la
tarima. Muy elegantes y sonrientes, dieron la bienvenida al público y
arrancaron con una recitación a cargo Luis Alvarado, quien conmovió al público.
Luego, María Fernanda Carchipulla, puso el toque musical al interpretar las
canciones de Piero y Roberto Carlos. El agasajo llegó a su apogeo cuando Marina
Triviño, una de nuestras compañeras, ganó el concurso de baile con un señor de
apariencia y acento italiano.
A pesar de los inconvenientes en la preparación,
el festejo resultó satisfactorio: desde la tribuna los señores celebraban y deseaban
que no fuera la primera ni la última vez que les alegren así la vida. Porque fue
gratificante al compartir momentos con personas de la tercera edad, ver cómo se
divirtieron, se distrajeron de sus ocupaciones diarias y celebraron esta fiesta
como se debe.
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